Canggihnya Teknologi Kesehatan Pada Masa Kini

Di zaman yang sudah sangat modern ini manusia memang tidak dapat lepas dari berbagai teknologi canggih, mulai dari kendaraan, smartphone, komputer, alat masak, alat olah raga, serta alat-alat…

Smartphone

独家优惠奖金 100% 高达 1 BTC + 180 免费旋转




Tarta de queso

Quedaban casi dos horas para que empezara la fiesta, lo habíamos preparado con todo lujo de detalle. La comida, la bebida y los postres estaban ya preparados para servir y los invitados llegarían dentro de dos horas. Tú ya te habías cambiado y estabas con ese camisa blanca que resaltaba tu cuello, y esa falda de tubo que realzaba tus nalgas. Estabas preciosa y se me encogió el corazón espiándote desde la puerta de la cocina. Mirabas todo lo que teníamos preparado hasta que tu gula pudo más que tu paciencia, cogiste un chupito de tarta de queso y te lo bebiste, no pudiste resistir la tentación y te diste un capricho.

Me acerqué despacio y te susurré al oído — eres mala y no tienes paciencia — . Te llevaste un dedo a la boca en un gesto que bailaba entre lo erótico e inocente y encogiste los hombros. Me acerqué más y te bese despacio siguiendo el camino que pasaba por tu cuello hasta el hombro izquierdo haciendo un desvío en tus lóbulos.

Mis manos recorrían tu cintura, bajando y subiendo por tus nalgas y en el viaje arrastraban la falda hacia arriba, subiéndola cada vez un poco más. Tu culo cada vez era más visible y lo movías hacia atrás para rozarme pero yo me aparté y le di un pequeño azote, para cogerlo fuerte y acariciarlo fuerte entre mis manos.

Mi boca seguía navegando en tu cuello y se acercó a tus labios, para saborear la prueba de tu pecado. Era delicioso sentir ambos sabores en mi lengua mientras te lamías los labios.

Tu mano se acercó a mi cuello para atraerme a ti y yo la cogí y la bajé detrás de tu espalda y, con la otra mano, cogí la otra mano, con la corbata que todavía no me había puesto te até firme pero delicadamente las manos con un nudo que aprisionaba tus muñecas.

Me miraste a los ojos y viste mi cara de deseo y una sonrisa pícara se dibujo en tu rostro, te di la vuelta y te senté en la encimera, con las piernas separadas. Cogí un cubito de hielo y comencé a pintarte los labios y luego los besaba. Notabas el contraste de temperatura, y como el hielo enfriaba tu cuerpo por encima de tu camisa empapándola. Buscando llegar a tus pechos dibujaba líneas que salían de la base de tu cuello hacia tus pezones.

Te quejaste un poco pero te puse un dedo en los labios reclamándote silencio y seguí con el cubito rozándote los pezones. Notabas como se mojaban y por el frío se ponían duros, luego pasaba al otro y así poco a poco bajaba por tu cuerpo hasta tu vientre. Desabroché poco a poco tu camisa, para que notaras el hielo directamente en tu piel. Las gotas de agua resbalaban por tu cuerpo y bajaban hacia tu sexo. Poco a poco, botón a botón se descubrieron para mi tus pechos y pude acariciar tus pezones con el cubito y luego acercar mi boca a ellos. Notabas el calor de mi aliento, como estaba tan cerca que si sacaba la lengua te podía lamer, y cuando no lo esperabas lo atrapaba entre mis dientes chupando con fuerza, calentándolo con las caricias de mis labios.

Seguí bajando hacia tu sexo, separándote las piernas. Notabas mis dedos fríos por encima de tu tanga negra, deslizándose arriba y abajo, dándote cada vez más calor y yo notaba como estaba cada vez menos frío y cada vez más mojado.

Te volvía a besar mientras jugaba con tu pezón derecho, totalmente duro, estirándolo, acariciándolo, pellizcándolo, lamiéndolo, sin darle tiempo a reaccionar. Mi mano acariciaba los laterales de tu sexo, apretando tus labios cuando estaba a la altura de tu clítoris. Hacia abajo y al volver, apretando cada vez para que notaras ese punto cada ve más duro, más caliente.

Te junte las piernas y estirando te quité la ropa interior mientas te comía la boca hasta el fondo, tu querías soltarte de la atadura pero yo no te dejaba. Volví a separarte las piernas y volviendo a coger el hielo me arrodillé delante de ti. Veías mi cabeza entre tus piernas y como el frío te acariciaba la raja del coño de arriba abajo y luego se deslizaba algo caliente que suponías era mi lengua, cada vez más intenso, más profundo. Abrías las piernas lo más posible para sentirme en lo más profundo de tu sexo.

Seguía jugando con el hielo y tu sexo hasta que se derritió en tu coño y comencé a lamerte, a fondo, empapando mi boca de ti, sintiendo como tus jugos me daban más sed y te bebía más fuerte. Tu clítoris estaba durísimo y mi boca seguía chupándolo, cada vez más intenso, sentías como mi lengua lo lamía, lo movía con habilidad haciéndote gemir.

Me levante poco a poco y me puse a la altura de tus ojos, te cogí por el cuello para que me miraras. Te besé con intensidad y pasión mientras mis dedos se deslizaron en tu sexo con sabiduría. Mi pulgar acariciaba donde antes estaba mi boca, haciendo que el placer siguiera creciendo mientras mi dedo anular y corazón se abría paso dentro de ti y buscaban tu punto G, estimulándote desde dentro, entrando y saliendo con fuerza.

Tus pupilas se dilataban y notabas que el orgasmo te llegaba y yo te tenía cogida por el cuello mirándote, suplicándote para que me entregaras tu orgasmo. Cada vez más intenso notabas tu clítoris totalmente hinchado y duro y mis dedos abriéndote por dentro, acariciándote, estimulándote y de golpe, sin esperarlo un orgasmo te pilló de improvisto mientras te miraba con mis ojos. Tu boca se entreabrió y comenzó a gemir, tu corazón empezó a latir desbocado y tus piernas temblaban atrapando mis dedos dentro de ti. Un orgasmo intenso te atravesó.

Te abracé fuerte y te solté el nudo, te cubrí de besos y caricias, te cogí en brazos para llevarte a la habitación y tumbarte. Estaba de rodillas al lado de la cama mirándote. Eres preciosa, me encanta verte desnuda en nuestra cama. Eres la mujer más atractiva que conozco, inteligente y sensual, con un cuerpo digno de perderse en él. Con tus manos libres me acariciaste la cara y yo acariciaba tu cuello.

Nos volvimos a besar, besos cortos, de cariño, de amor, y de nuevo el deseo corría por nuestras venas. Te pusiste de rodillas en la cama y me dejaste sin pantalón con un rápido movimiento de manos. Con tu boca mojabas mis calzoncillos, mordiendo mi polla desde el glande a la base haciendo que se pusiera dura como nunca. Me bajaste los calzoncillos y con cuidado lamiste la punta, como si te estuvieras presentando por primera vez.

Lamiste de arriba abajo, mojándola toda, empapándola toda hasta que al final atrapaste la punta entre tus labios y mirándome a los ojos colocaste tus manos en mis caderas y poco a poco te la metiste dentro. Notaba como tu lengua la saludaba dentro de tu boca, como te rozaba la garganta. Me pellizcabas para que no cerrara los ojos del placer que me estabas dando. Te movías dentro y fuera, la notabas totalmente dura a punto de explotar.

Me aparté un poco para coger aire, te besé en esa boca que me hacía gemir solo de pensarla, y te tumbé en la cama colocándome encima de ti. Besándote el cuello y los pezones que volvían a estar duros. Mi polla rozaba tu sexo, y nos frotábamos despacio, sintiéndonos calientes, duros, mojados y abiertos, hasta que tu sexo se abrió al mío y comencé a entrar dentro de ti. Estabas empapada y me deslicé dentro hasta el fondo sin problema.

Creía que me corría, sentir que entraba en ti, abriéndote en dos, dejando caer mi cuerpo encima de ti para entrar hasta el fondo, notar como golpeaba tu sexo con mi pelvis, sin dejar espacio. Encima de ti, saliendo y entrando con fuerza, chupándote el cuello, mordiéndote los pezones.

Quería sentirme totalmente dentro de ti, me di la vuelta y quedaste encima de mi. Yo empujaba hacia arriba y tu hacia abajo, no quedaba ya espacio entre tu y yo. Notaba mi polla dentro de ti, rozándote por dentro y tu moviendo tus caderas en círculos, mis manos apretando fuerte tu culo para hacerte subir y bajar. Cada vez íbamos más rápido, con más intensidad. Nos cogíamos las manos, mirándonos, fuerte, adentro, con intensidad y a mi me llegó el orgasmo primero, gemía y notaste como me vaciaba todo en ti, como te llenaba y tu seguías con fuerza, con intensidad sintiendo mis espasmos dentro de ti y cuando mi último gemido se apagaba saltó a tu garganta, llevándote a otro orgasmo largo y pleno que no acabó hasta que nos fundimos en un abrazo largo, dulce y sincero.

De golpe sonó el timbre y nos miramos y dijimos a la vez: los invitados. Nos pusimos a reír como tontos mientras buscábamos la ropa para vestirnos.

Add a comment

Related posts:

Explore Oracle Developer Tools for Visual Studio 2022

Oracle Developer Tools for Visual Studio 2022 is a free set of tools that allows developers to create and manage Oracle Database connections and objects directly within the Visual Studio 2022…